Además de la evaluación inicial, se optará por realizar uno o más de los siguientes tratamientos:
Se trata de la parte más importante de cada sesión, realizada normalmente al inicio. Mediante una entrevista y una exploración física, se busca conocer el estado del paciente y a partir de ahí decidir qué tratamiento llevar a cabo.
Es la forma de tratamiento más buscada y de las más eficaces. Engloba diferentes técnicas como las movilizaciones y manipulaciones articulares, el masaje funcional, el estiramiento muscular, la movilización del sistema nervioso o el tratamiento de los puntos gatillo.
La diatermia es una técnica que emplea la radiofrecuencia (corrientes eléctricas a alta frecuencia) para estimular y generar calor en tejidos profundos.
Las ondas pueden regularse hasta la frecuencia exacta para llegar al tejido diana, y así mejorar la circulación y estimular la regeneración celular.
Es una técnica invasiva en la que se utilizan agujas para estimular los puntos gatillo (puntos del músculo que son origen del dolor local o referido). Esto libera sustancias que dilatan pequeños vasos sanguíneos, aumentando el flujo de sangre para reparar el daño causado en el tejido.
Es una forma de activar o inhibir el sistema nervioso periférico y central, según el objetivo del tratamiento.
Se emplean agujas de acupuntura conectadas a un aparato que genera una corriente eléctrica, pero es una técnica indolora, segura y efectiva.
Se trata de utilizar ejercicio físico específico y personalizado para mejorar un problema de salud o lesión.
Es el tratamiento que ha demostrado mayor mejoría a largo plazo y puede realizarse tanto en consulta como en casa o el gimnasio, de manera supervisada o por libre.
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